
Dicen que esta pandemia ha desarrollado en todos nosotros esas facetas que teníamos escondidas y a las que no dedicábamos tiempo por el ajetreo diario. Se han vendido miles de máquinas de coser, agotadas las cintas para andar y correr porque ese lado deportista necesitaba salir a flote para sacar tantas emociones detenidas.
Pero si algo ha sido un “boom” durante el confinamiento, es la cocina. Durante días era imposible encontrar harina o levadura, parece que la vena repostera hizo mella en todos nosotros y poco a poco fuimos ampliando el gusto a los “fogones” y hemos podido ver (aunque realmente nos gustaría más degustar) fotos de menús de alguno de nuestros compañeros que son dignos del mejor de los restaurantes.
Y si tenemos ese DON, porque no compartirlo con nuestros compañeros... es tan sencillo como mandarnos unas fotos y la receta para que todos aprendamos un poco más y nos interesemos por desarrollar al máximo nuestras dotes culinarias. ¡Sé lo que estáis pensando! Ya hay mil sitios de recetas de cocina, pero desde luego no hay muchas recetas que se compartan entre compañeros, ninguno somos profesionales y eso hará que no haya presión a la hora de que sea perfecto o no. Aquí no usamos la Inteligencia Artificial, ni la videoconferencia, no necesitamos saber programación… sólo ponerle corazón a algo que, hecho con nuestras manos, vamos a compartir para que a otro le salga igual o mejor.
Porque volverán los días en que además de verlo en fotos podamos compartirlos, y cada uno aporte su plato favorito para celebrar que nuestra vieja normalidad ha vuelto para quedarse. Mientras y para que la espera sea más corta, vamos cogiendo práctica y sobre todo le vamos cogiendo gusto a esto de cocinar.
¡Esperamos tu receta! Ya se nos hace la boca agua ¿a que sí?